1 may 2009

DECRETO DE LEY: LA CUECA, DANZA NACIONAL DE CHILE

N°23, SANTIAGO, 18 DE SEPTIEMBRE DE 1979.-VISTOS Lo dispuesto en los decretos leyes N°s. 1 y 128, de 1973, y 527, de 1974, y considerando:

1°. Que la Cueca constituye en cuanto a música y danza la más genuina expresión del alma nacional.

2°. Que sus letras alberga la picardía propia del ingenio popular chileno, así como también acoge el entusiasmo y la melancolía.

3°. Que se ha identificado con el pueblo chileno desde los albores de la Independencia y celebrando con él sus gestas más gloriosas, y

4°. Que la multiplicidad de sentimientos que en ella se conjugan reflejan, no obstante la variedad de danzas, con mayor propiedad que ninguna otra el ser nacional en su expresión de auténtica unidad.


DECRETO:

Artículo 1°. Declárase a la CUECA, DANZA NACIONAL DE CHILE.-

Artículo 2°. El Estado fomentará, a través de los diversos organismos e instituciones del sector cultural, la enseñanza, divulgación, promoción e investigación de sus valores musicales y coreográficos. Corresponderá al Ministerio Secretaría General de Gobierno, a través de su SECRETARIA DE RELACIONES CULTURALES, VELAR POR EL CUMPLIMIENTO DE ESTA NORMA.

Artículo 3°. El Ministerio de Educación Pública organizará un Concurso Nacional de Cueca para alumnos de Enseñanza Básica y Media, cuya organización corresponderá a las respectivas Áreas de Cultura de las Secretarías Regionales Ministeriales.

Tómese razón, comuníquese y publíquese.- Augusto Pinochet Ugarte, General de Ejercito, Presidente de la Republica.- Gonzalo Vial Correa, Ministro de Educación Pública.- Julio Fernández Atienza, General de Brigada, Ministro Secretario General de Gobierno.


Documento textual del decreto de ley donde se declara a La Cueca como danza Nacional, el 18 de Septiembre de 1979. Mientras el 6 de noviembre de ese mismo año fue inscrita como tal en los registros de la DIGEDER (Dirección General del Deporte).

EVALUACIÓN DE LA CUECA EN CAMPEONATOS

El Jurado:

La composición y las funciones del jurado están establecidas en las bases de cada campeonato.

La función del jurado implica la responsabilidad de una actuación dentro de las normas de la más elevada moral. El desempeño debe estar exento de todo partidismo, amistad o simpatía. La labor debe ser honesta y objetiva; el fallo debe ser reflejo claro de la observación profunda de la riqueza interpretativa de los participantes.

El jurado debe evitar ser influenciado por exhibiciones espectaculares que no lleven en sí un profundo y sano espíritu de participación. Debe buscar el trato más exquisito y respetuoso que resalte el valor intrínseco de la danza, como expresión del alma pueblo chileno.

El fallo debe desvalorizar el exhibicionismo dancístico, especialmente cuando no se respetan las formas tradicionales de la cueca o la complementación espiritual y coreográfica, que son las bases de esta danza de pareja.

El jurado no debe emitir opiniones o hacer comentarios acerca del desempeño de las parejas durante el desarrollo del evento. Los veredictos del jurado son inapelables.

MÉTODO PARA JURAR SEGÚN LA EXPERIENCIA

Condiciones de los jurados:
Algunas de las condiciones que deben poseer los jurados son: ética, moral, honestidad, transparencia, etc.

Evaluación de la danza:
Los jurados deben evaluar esencialmente la calidad expresiva y artística de las parejas en competencia. La expresión física de la danza es el reflejo de la riqueza espiritual que emana de la pareja, con todas las consideraciones que naturalmente caracterizan a un espectáculo artístico y lo diferencian de una manifestación popular auténticamente folklórica.

Los esquemas o planillas de evaluación comúnmente contienen elementos de evaluación, los que se aplican desde la etapa de invitación y paseo, continuando la calificación de cada una y todas las figuras coreográfica de la danza.

PUNTOS A EVALUAR SEGUN EL CRITERIO DEL JURADO


  • Naturalidad, seguridad, sencillez y tranquilidad en el modo de actuar durante el baile.


  • Elegancia, belleza y gracia en los movimientos.


  • Prestancia, distinción y liviandad en pasos y desplazamientos.


  • Ritmo. armonía y proporción entre los movimientos y la música.


  • Gestos, movimientos y giros corporales amplios, medidos y seguros.


  • Creatividad y variedad en pasos y movimientos.


  • Exactitud y puntualidad en las evoluciones coreográficas.


  • Comunicación, entendimiento y unión de la pareja por medio de la conquista, que debe presentar el baile.


  • Expresión facial y corporal concordante con el sentimiento, la alegría y la picardía que caracterizan al baile.


  • Movimiento del pañuelo con gracia y elegancia, acorde con los desplazamientos y el ritmo.


  • Complementación física y expresiva, dominio del escenario.


  • Iniciativa del varón, delicadeza y femineidad en la dama.


  • Vigor, gracia, pureza y respeto por la danza.


  • También se califica la vestimenta. (uso adecuado del traje de huaso y huasa o china).

DEFINICIÓN DE CRITERIOS AL JURAR LA CUECA

Elementos tradicionales:
Mantener la cueca en su forma tradicional, no permitiendo argumentos que puedan interpretarse como ajenos a la danza, en tal sentido.

Elementos competitivos:
Tienen que ser fundamentados con la evolución lógica que ha tenido la cueca a través de los años y con los argumentos propios que usan los bailarines para participar en una competencia.

Otros elementos:
Exhibiciones espectaculares; inventos; malabarismos; transformaciones; espejo y sincronización.

Conclusiones:
Mantener los elementos tradicionales de la danza y a la vez aceptar aquellos elementos competitivos que no signifiquen la transformación de esta.

Eliminar definitivamente aquellos elementos viciosos que transformen la danza en una simple faena de trabajo sincronizado.

ALGUNAS OBJECIONES NO VALIDAS DEL JURADO

Movimientos de pañuelo: Se refiere a deslizar el pañuelo a ras de piso, bajarlo en las vueltas, pasarlo por detrás de la dama, cambiarlo de mano, etc. El Pañuelo es un accesorio de libre expresión, sólo debemos cuidar el usarlo con delicadeza, prestancia y respeto.

  • Movimientos de vestido y de manta: A veces se objetan movimientos relativos a la expresión y/o estilo personal de la dama o el varón, según sea el caso. Los movimientos de vestido y manta están sujetos a reglas simples que son adquiridas en el momento de aprender la danza; y al igual que en el caso del pañuelo, debe estar presente el respeto por la pareja, por si mismo, por la cueca y por la patria.

  • Copiar a los campeones: No es argumento válido, que el jurado se apoye en estos dichos, pues ni siquiera se puede establecer el origen de la supuesta copia. Es aconsejable si, resguardar la creatividad individual de cada pareja y bailarín, no creando patrones y estereotipos de la cueca.

EXIGENCIAS DE LA DANZA EN CAMPEONATO


La conquista: es la única alternativa interpretativa y además como secuencia en tres etapas, es decir, los tres pies condicionados al supuesto romance. Eso sí, debemos tomar en cuenta con quien estamos bailando, pues no tenemos los mismos sentimientos ante la madre o el padre que ante el esposo o esposa, o estos ante un hermano o hermana, amigos, conocidos o desconocidos; con todos debo bailar una cueca completamente distinta la una de la otra, si no es así y pongo el mismo vigor, expresión y coquetería en todas las cuecas que interpreto no estoy haciendo más que una actuación sin sentido. Al padre, la madre, los hermanos, los amigos, conocidos o desconocidos, los puedo conquistar pero con un sentido, un sentimiento y un objetivo distinto.

Los criterios personales: sobretodo en el jurado, tienden a la predisposición a imponer gustos o preferencias que están lejos de la interpretación de los bailarines; es importante dejarlos fuera de todo juicio para poder llegar y mantener una transparencia con la altura y la dignidad que se requiere.

CONTROVERSIAS SOBRE LOS CAMPEONATOS DE CUECA

La realización de los campeonatos y concursos de cueca en cualquiera de sus fases, tiene partidarios y detractores. Ambas posiciones disponen de contenidos y propósitos muy razonables, pero los puntos de discusión y controversia son innumerables, los que seguramente se prolongarán por muy largo tiempo.

Un importante número de clubes de cueca, municipalidades, conjuntos folklóricos, compositores e intérpretes, se manifiestan a favor de la realización de campeonatos o concursos. Sostienen que estos eventos constituyen un excelente medio de difusión de la danza, favoreciendo su desarrollo y su vigencia. Y por otra parte, ellos estimulan tanto el aprendizaje como la práctica de la cueca, especialmente entre los jóvenes, a quienes comúnmente no les gusta lo tradicional, porque no lo conocen. Consideran que las políticas culturales, educativas y artísticas del país deben incluir torneos y competencias, puesto que estos aumentan la calidad artística de la danza y la disposición de los jóvenes al reconocimiento de su identidad cultural.

Por otro lado, un punto de vista antagónico sostiene un numeroso grupo de cultores y folkloristas, al afirmar que dichas competencias alteran el auténtico significado de la danza. Sostienen que la competitividad es un elemento que desnaturaliza el espíritu de la cueca, tanto por contraponerse a su esencia íntima, como por la adversidad muchas veces desatada entre las parejas en competencia. Cuestionan asimismo la significancia y los alcances de los campeonatos, entre ellos el tema de la marcada estilización de la danza y la generación de un tipo muy estereotipado de cueca. Junto con reconocer el hecho de que toda expresión folklórica está permanentemente sometida a distintos procesos evolutivos, estiman esencial que el grado de estilización de la danza esté siempre sometido a la total conservación de su espíritu y pureza estructural.

Dentro de este concepto, en 1991 Osvaldo Barril, cultor de reconocido prestigio y Director Técnico de la entonces Federación Nacional de Cueca, nos afirma: “La cueca no es competitiva. Es una expresión privada, intima y personal, que nace de lo más profundo del alma, en la intimidad de nuestros sentimientos, como magnífica muestra de amor y de vida. Es quizás la danza más rica en expresión y más rica en sentimiento, que recoge la sensibilidad intima de quienes la interpretan. Es entonces necesario velar por conservar la esencia, el prestigio y la dignidad de nuestra danza nacional, si hacerla objeto de competitividad”. Más adelante dice, en relación al Campeonato Nacional de Arica, que: “Si bien éste ha contribuido a la difusión de la cueca, por otro lado ha ido destruyendo la exquisita riqueza interpretativa de cada región, desapareciendo el colorido natural y propio de cada interprete, para convertirla en una actividad netamente competitiva, donde resalta lo ficticio y fabricado por sobre lo auténtico y espontáneo...”


Si bien muchas veces se responsabiliza a los campeonatos del encuadramiento, la alteración, la estilización y la creación de un estereotipo de cueca, creo que tienen un cierto grado de ella, pero no son los únicos. No se puede dejar sin responsabilidad a algunos organizadores que poco o nada conocen del sentido emocional de nuestro baile y se dejan llevar por ciertas preferencias y montan todo un espectáculo del cual ellos tienen preparado un feliz término personal. También existen seudos “jurados” que son fácilmente influenciables o que se dejan llevar por gustos personales y no son equitativos en sus juicios. Pero la mayor parte de responsabilidad la tiene los propios bailarines que se en la mayor de las veces se preocupan más de ganar y comienzan practicar, a veces con meses de anticipación, movimientos y pasos sincronizados, haciendo una especie de malabarismo y copiando a los campeones anteriores, y no se preocupan de lo fundamental que es el estudio de las raíces, el expresar los sentimientos que albergan en su corazón hacia su pareja de baile, dándole el sentido amoroso que a cada una de ellas se le debe otorgar. Las parejas deben preocuparse de sacar a relucir la belleza de los sentimientos profundos del ser chileno.